Nace de la fascinación por el océano profundo: un mundo donde la elegancia y la resistencia coexisten en perfecta armonía. Su silueta escultórica evoca las tenazas de una criatura marina que, más que sujetar, abraza. Un diseño que combina fuerza y suavidad, movimiento y quietud, en un equilibrio que parece orgánico.
Cada línea de su estructura representa una danza entre poder y sutileza. Las curvas abiertas, que se encuentran sin llegar a tocarse, simbolizan el gesto de proteger sin aprisionar, de resguardar lo valioso sin limitarlo. Es un anillo que no solo se lleva en la piel: se siente vivo, como si respondiera al movimiento natural de la mano y al brillo cambiante de la luz.
El Anillo Crustalis está elaborado en acero inoxidable, resistente al agua, al roce y al paso del tiempo. Su superficie pulida refleja los tonos del entorno con un brillo líquido, recordando la forma en que el sol acaricia la superficie del mar. El interior, suavemente redondeado, ofrece un ajuste cómodo que permite llevarlo durante todo el día sin perder elegancia.
Más que una joya, Crustalis es una metáfora de la protección interior, de esa energía instintiva que defiende lo que somos con gracia y determinación. Perfecto para quienes buscan piezas que combinen estética contemporánea con una narrativa simbólica, este diseño puede usarse solo, como protagonista absoluto, o en conjunto con piezas de la misma colección —como el Anillo Coralia o la Pulsera Nuvia— para un look que emula la fluidez del océano.