Inspirado en la calidez del sol que atraviesa el metal, esta pieza captura la esencia de la elegancia moderna: fuerza, movimiento y un brillo que no necesita excesos para ser inolvidable.
Cada eslabón ha sido modelado en acero inoxidable, conformando una cadena de geometría redondeada que refleja la luz como si cada superficie respirara. Su tono dorado —profundo, pero no estridente— evoca los matices del oro bruñido al atardecer, logrando una estética de lujo silencioso que se percibe tanto visual como táctilmente.
El nombre Soléa, derivado de la raíz latina sol, celebra la energía vital que emana de lo eterno: aquello que, como el metal, resiste el tiempo y conserva su esencia. En el lenguaje de las joyas contemporáneas, Soléa representa la unión entre lo clásico y lo vanguardista, entre lo artesanal y lo industrial.
Su diseño estructurado transmite poder y armonía. Los eslabones ovalados, ligeramente convexos, crean una silueta de ritmo constante que enmarca el cuello con un balance perfecto entre volumen y fluidez. Es un collar que no busca pasar desapercibido, pero tampoco gritar: su impacto está en la precisión de su forma y la pureza de su brillo.
El Collar Soléa está pensado para acompañar tanto looks arquitectónicos de sastrería como composiciones relajadas de lino o seda. Puede llevarse como pieza protagonista o en layering con cadenas más finas para acentuar su estructura. Gracias a su cierre metálico de precisión y su peso equilibrado, ofrece una caída impecable que se adapta naturalmente al contorno del cuello.
Más que un accesorio, Soléa es un objeto de contemplación. Una joya que encarna el magnetismo del acero cuando se transforma en emoción.