Una celebración de la dualidad luminosa: un diseño que une lo cálido y lo frío, lo terrenal y lo etéreo. Inspirado en los primeros destellos de la aurora boreal —cuando la oscuridad se encuentra con la luz—, esta pieza encarna la belleza del contraste y la fuerza del equilibrio.
Su estructura parte de una cadena dorada, elaborada en acero inoxidable que refleja la luz con un brillo envolvente. En el centro, una serie de formas ovaladas esculturales en tonos dorado y plateado alternados evocan los reflejos de un horizonte metálico en movimiento. Cada aro es una microescultura: curvado, pulido y suavemente irregular, recordando la fluidez de la luz al tocar la superficie del agua.
El resultado es una joya contemporánea que equilibra el poder del metal con una sensualidad moderna. El Collar Aurora se siente sólido pero no pesado; su ergonomía ha sido pensada para acompañar los movimientos del cuello y descansar naturalmente sobre la clavícula. Es ideal para elevar una camisa blanca, un vestido negro o cualquier atuendo que busque proyectar autoridad con sutileza.
El nombre Aurora hace referencia a la diosa romana del amanecer —aquella que renueva el cielo cada día— y también al fenómeno natural que transforma lo invisible en espectáculo. En la estética curatorial de etêrnea, representa una joya para quienes entienden que la elegancia no está en el exceso, sino en la transición perfecta entre la luz y la sombra.
Cada pieza está ensamblada manualmente y protegida con una capa antidesgaste que asegura su durabilidad. El cierre metálico tipo lobster clasp garantiza un ajuste firme y cómodo. Su acabado bicolor (oro y plata) lo convierte en una pieza versátil para combinar con accesorios de distintos tonos sin perder coherencia visual.
El Collar Aurora no es solo un accesorio: es una metáfora del cambio, del instante en que la claridad se abre paso y revela la belleza que estaba oculta. Una pieza que, como su nombre, ilumina.