Una pieza que transforma los símbolos del destino en una narrativa visual de estilo y protección. Cada dije que lo compone —una bota dorada, un escarabajo, un trébol de cinco hojas y dos cuentas de tono profundo— representa una historia, una creencia y una intención: atraer la fortuna, mantener la esperanza y celebrar los pequeños milagros del día a día.
El diseño parte de una cadena de eslabones dorados de acero inoxidable, pulida a espejo y tejida con precisión para generar un movimiento orgánico y un brillo cálido. En ella cuelgan cinco dijes cuidadosamente seleccionados:
Un trébol de cinco hojas en color ámbar oscuro, emblema universal de buena suerte y símbolo de rareza.
Una bota dorada, signo de valentía y paso firme, recordatorio de que cada camino recorrido tiene su propio poder.
Un escarabajo —inspirado en el amuleto egipcio del renacimiento y la transformación— que aporta un toque místico y protector.
Dos cuentas con vetas en tonos tierra y carmín, que equilibran la composición con textura y profundidad.
El resultado es una joya rica en significado, que combina el brillo estructurado del metal con la calidez orgánica de los tonos café. Fortuna Café no solo adorna, sino que acompaña: es una joya ritual, una expresión de identidad para quien cree que la suerte se construye con intención y belleza.