Una oda al flujo, a la belleza que emerge cuando la materia abandona la rigidez. Inspirado en el movimiento del agua y en las formas orgánicas que la naturaleza crea sin geometría, esta pieza captura la esencia de lo líquido: la suavidad, el reflejo y la libertad.
Su nombre, Ondine, evoca a las ninfas acuáticas de la mitología europea —espíritus que habitaban los ríos y los mares, protectoras de la pureza y del fluir constante—. Ese mito se traduce aquí en un diseño que parece esculpido por el tiempo y las corrientes. El dije, de contornos irregulares y textura metálica pulida, se funde con una cadena fina de acero inoxidable, ligera pero resistente, que enmarca la pieza central como si fuera un fragmento de escultura moderna.
Cada curva refleja la luz con un ritmo distinto, creando un efecto hipnótico que cambia con el movimiento del cuerpo. Su superficie lisa y brillante recuerda al metal líquido, aportando un aire futurista y artesanal al mismo tiempo. Esta dualidad —entre lo natural y lo abstracto— convierte al Collar Ondine en una joya atemporal, capaz de acompañar tanto un look minimalista de día como una silueta sofisticada de noche.
El acero inoxidable garantiza resistencia al agua, al sudor y a la oxidación, manteniendo su brillo perfecto con el paso del tiempo. Es una pieza pensada para durar, no solo físicamente, sino como parte de una identidad: la de quienes encuentran belleza en lo imperfecto, en lo cambiante, en lo que fluye.
Es una joya que trasciende la tendencia y se convierte en amuleto contemporáneo: un recordatorio de que toda transformación comienza con un movimiento.